“Hombro a Hombro” es una asociación civil sin fines de lucro formada por empresas en el Perú en el 2011, para atender a las personas afectadas por un desastre de gran magnitud como inundaciones o terremotos. Asimismo, Hombro a Hombro es la primera de Sudamérica y la tercera en Latinoamérica en ser parte de la organización global “Connecting Business Initiative” (CBI por sus siglas en inglés), iniciativa de las Naciones Unidas, que también conecta al sector privado para atender emergencias por catástrofes.
“Nacimos el 2011 bajo el nombre de “Soluciones Empresariales contra la pobreza” con el fin de apoyar con el “know how” privado en la elaboración de políticas públicas en el Perú y a partir del 2017 nos vimos envueltos en la atención temprana de desastres, a raíz del fenómeno del Niño costero, ahí nació la idea de formar un frente empresarial mucho más proactivo para que el sector privado tenga una sola fuerza”, señala Juan Manuel Arribas, Director Ejecutivo de “Hombro a Hombro”
Actualmente “Hombro a Hombro” está conformado por un patronato de 60 instituciones, antes del inicio de la pandemia del Covid-19, solo agrupaba a 25.
“Hemos crecido bastante. Aún así, consideramos que ante el tamaño del país y las amenazas, deberíamos pasar los 100 y 150 miembros; todavía estamos en proceso de crecimiento para recibir a más empresas en el patronato”, enfatiza Arribas.
Líneas estratégicas
Hombro a Hombro canaliza toda la solidaridad del sector privado en coordinación con la organización estatal Instituto Nacional de Defensa Civil (Indeci) ante desastres naturales o la crisis sanitaria desatada por el Covid-19 para llegar a los lugares más alejados del Perú.
Son tres las líneas estratégicas de Hombro a Hombro. La primera está referida al apoyo en el diseño y formulación de políticas públicas para mejorar el bienestar de la población. En el 2013 estuvieron involucrados en la implementación del servicio de las Plataformas Itinerantes de Acción Social (PIAS) que eran buques de la Marina de Guerra, que llevaban diversos servicios del Estado en salud, registro de identidad, banca, apoyo social, a las comunidades alejadas de la Amazonía, y ahora se encuentran desarrollando la “Política Fluvial Amazónica” con la Marina de Guerra del Perú.
La segunda y tercera línea estratégica de acción están referidas a la primera respuesta ante desastres y el desarrollo de la cultura de preparación en la población peruana, respectivamente.
“Tenemos un protocolo de operaciones para saber en qué momento nos activamos. Solo nos activamos en desastres de gran magnitud nivel 4 y 5 cuando hay una declaratoria de emergencia nacional”, subraya Juan Manuel Arribas.
Al ser los representantes del sector privado ante el Ministerio de Defensa, explica Arribas, cuentan con una oficina en el Centro de Operaciones de Emergencia Nacional (COEN) que les permite tener un circuito de comunicación muy prolijo.
Acciones realizadas
En el 2018, Hombro a Hombro recaudó 850,000 soles (alrededor de 240,000 dólares) para apoyar a las comunidades altoandinas alejadas que fueron azotadas por el friaje, en un trabajo conjunto con “Ayuda en Acción”.
Posteriormente movilizó 7,500 toneladas de alimentos para atender a personas afectadas por desastres. “En la pandemia (del Covid-19) han sido cerca de 6,800 toneladas y con eso hemos logrado apoyar cerca de un millón de personas”, subraya.
Otro hito importante de las acciones realizadas fue el despliegue logístico para traer al Perú el primer millón de vacunas contra el Covid-19, que fue destinado para proteger la vida de los médicos y personal de salud.
De otro lado, el Director Ejecutivo de Hombro a Hombre, resalta la importancia de trabajar en una cultura de prevención ante grandes desastres en el Perú ya que, indica, existe una gran energía contenida frente a la costa central del país, por lo que se espera un terremoto de magnitud de 8.8 a 9.2 en la escala de Richter. En ese sentido, hace un llamado a la población a estar preparada en cuanto a rutas de evacuación, mochila de emergencia, alimentos y agua, medicinas, baterías, linternas y atención a los adultos mayores y personas con discapacidad.
“Es vital que la población desarrolle una cultura de preparación para enfrentar este tema”, puntualiza Juan Manuel Arribas.
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