La Atención Primaria de Salud (APS) es la primera línea de defensa en la atención médica, por lo que se convierte en componente clave de los sistemas de salud de todo el mundo y es fundamental para asegurar una salud integral y el bienestar de la población. Para la Organización Mundial de la Salud (OMS), ampliar las intervenciones en APS en los países de ingresos bajos y medianos podría salvar 60 millones de vidas y aumentar la esperanza de vida en 3,7 años para el 2030.
Considerando que la APS se enfoca en la prevención, el diagnóstico y el tratamiento temprano de enfermedades, así como en la promoción de estilos de vida saludables y la prevención de discapacidades, se entiende, entonces, que es esencial garantizar que todas las personas tengan acceso a servicios de salud de calidad, independientemente de su origen socioeconómico o ubicación geográfica.
“Lamentablemente, muchas personas en Perú aún no tienen acceso a servicios de salud de calidad, especialmente en áreas rurales y remotas. De hecho, la pandemia del COVID-19 puso en evidencia la precariedad de estos servicios. Y frente a ello, resulta imprescindible activar y hacer uso de todos los recursos disponibles para promover la Atención Primaria de Salud, puesto que es un derecho fundamental de todos los peruanos,”, afirma Nany Aste, Directora Ejecutiva de ALAFAL.
En el Perú existen más de 8,000 establecimientos de salud pública del primer nivel de atención, que incluyen a EsSalud, las sanidades de las Fuerzas Armadas y de la Policía Nacional. Sin embargo, el 97.6% de estos establecimientos presentan condiciones inadecuadas. Esto puede tener un impacto negativo en la calidad de atención médica que se brinda y en la confianza de la población en estos establecimientos.
Es por ello que, en los últimos años, se ha observado un aumento en el uso de las boticas y/o farmacias para consultas médica. De acuerdo a datos del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) del Perú, durante el último trimestre del 2022, el 20 % de la población buscó atención médica en farmacias, mientras que solo el 12.7 % acudió a establecimientos del MINSA. El resto de las atenciones médicas fueron proporcionadas por centros de salud de ESSALUD, particulares, FFAA, entre otros.
Ya es hora de tomar medidas para mejorar la calidad y accesibilidad a la atención en el primer nivel con médicos capacitados, promoción de una cultura de prevención y acceso oportuno a tratamientos de calidad. Además, es necesario fomentar la confianza de la población en los servicios de salud públicos y privados para que la atención médica sea accesible y de calidad para todos.
A nivel mundial, al menos unos 3600 millones de personas en el mundo, es decir, la mitad de la población mundial sigue sin disfrutar de una cobertura plena de servicios de salud esenciales, según la OMS. Mientras que, en Perú, el 14,3% de la población peruana no tiene acceso a servicios de salud, según el último informe de la Encuesta Nacional de Hogares del INEI, publicado en 2019.
El panorama parece crítico, por lo que resulta necesario duplicar los esfuerzos para mejorar la situación. “Y para conseguirlo se debe trabajar de manera articulada, desde el sector público y privado. Se debe evaluar todas las dimensiones que permitan construir un sistema de salud enfocado en APS, como clave para alcanzar una salud integral en el Perú, y así lograr un impacto positivo en la salud de la población en general”, finaliza la directora ejecutiva de ALAFAL.
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