Actualmente, experimentamos los efectos del cambio climático, resaltando la importancia de preservar los bosques. En nuestro país, el 58% del territorio está cubierto por árboles de diversas especies, totalizando 74 millones de hectáreas. A nivel regional, Perú ocupa el segundo lugar en América Latina en extensión de bosques.
A pesar del vasto potencial de desarrollo maderero en el Perú, la realidad presenta desafíos significativos. La amenaza de la deforestación y la tala ilegal representan problemas que generan efectos negativos, ya que estas prácticas no compensan la huella de carbono y carecen de una cultura ambientalmente responsable.
“Además de la ilegalidad y la deforestación, existen otras barreras para comercializar madera en Perú, como las regulaciones ambientales, donde hacen falta poner límites sobre la disponibilidad de la madera y su normalización; otro tema es la tecnología y modernización para que la producción sea más eficiente, la dificultad al acceso de las zonas geográficas, el cambio climático, como las emisiones de carbono y el riesgo de incendios forestales”, comentó Aldo Palacios, Gerente General de Maderera Andina.
De acuerdo con el Ministerio de la Producción (Produce), la industria maderera contribuye con el 3% de la Población Económicamente Activa (PEA) en el sector manufacturero, proporcionando empleo a aproximadamente 50 mil personas. Sin embargo, el 77% de estos empleos se encuentran en la informalidad.
La sostenibilidad en la industria maderera
Con el objetivo de promover la formalidad laboral en la industria maderera y comercializar madera sostenible bajo rigurosos estándares de regulación, empresas como Maderera Andina, con 50 años de experiencia en el mercado, importan y comercializan exclusivamente madera 100% sostenible. Este enfoque refuerza su compromiso continuo con la venta de madera certificada.
Desde 1998, Maderera Andina ha estado comprometida en la búsqueda de madera certificada en la región, permitiéndole desarrollar su negocio conforme a las normativas ambientales y de conservación del planeta. Actualmente, importan madera de pino radiata, Amarillo del Sur y Oregón desde Chile y Estados Unidos. Sus principales clientes son reconocidas empresas de retail y agroexportadoras que comparten su compromiso con la responsabilidad empresarial sostenible.
Desde 2020, Maderera Andina cuenta con certificación FSC, asegurando la procedencia sostenible de su madera. La empresa promueve la replantación responsable, utiliza biomasa en sus procesos y se alinea con la tendencia Mass Timber, ofreciendo construcciones sostenibles en madera laminada estructural y educando a su comunidad al respecto.
La necesidad de regulaciones gubernamentales y diálogo comunitario es evidente para preservar nuestro medio ambiente y fomentar el desarrollo. Mientras tanto, tanto los individuos con hábitos responsables como las empresas tomando decisiones conscientes pueden marcar la diferencia en la comunidad.
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