Durante el primer día del evento “Respiverse” organizado por la compañía biofarmacéutica global GSK, Corresponsables tuvo una entrevista con el Dr. Adrián Rendón, neumólogo y presidente de la Asociación Latinoamericana de Tórax, donde destaca la importancia de abordar el asma desde una perspectiva integral, en la que se combinen la educación, la equidad y una acción decidida contra la contaminación. En un contexto donde el cambio climático y la mala calidad del aire se vuelven factores críticos, su labor se alinea con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), particularmente aquellos que buscan garantizar la salud y el bienestar (ODS 3) y lograr ciudades y comunidades sostenibles (ODS 11).
Según el Dr. Rendón, la contaminación atmosférica juega un papel central en el desencadenamiento y empeoramiento del asma, especialmente en las áreas urbanas densamente pobladas, como Lima y Monterrey. Explica que “la contaminación del aire es un factor que impide que el asma esté bien controlada”. El ozono, los combustibles fósiles y el calentamiento contribuyen a una calidad de aire deficiente, lo cual agrava las condiciones respiratorias de la población, especialmente en comunidades vulnerables.
Además, el cambio climático y la variabilidad de las estaciones están alterando los patrones de polinización, lo cual, a su vez, incrementa los disparadores alérgicos. “Ahora que la estacionalidad ha cambiado, la generación de polen se ha vuelto impredecible y afecta directamente a las personas asmáticas”, comenta. Este fenómeno resalta la importancia de un esfuerzo global por cumplir con los ODS, ya que reducir las emisiones y mejorar la calidad del aire no solo tiene un impacto en la salud física, sino también en la resiliencia de las poblaciones más afectadas.
El Dr. Rendón también subraya la importancia de la equidad en el tratamiento y diagnóstico del asma. Aunque en teoría el acceso al tratamiento debería ser universal, señala que las condiciones socioeconómicas y la falta de infraestructura adecuada en algunos lugares limitan el acceso a servicios médicos y a medicamentos esenciales. “El asma no discrimina, pero los recursos sí, y eso se vuelve un problema de equidad. La educación y el acceso universal a medicamentos son vitales para que nadie quede atrás en su tratamiento”, afirma, en línea con el ODS 10, que busca reducir la desigualdad.
En cuanto a la prevención, el Dr. Rendón enfatiza que la educación es clave para gestionar enfermedades respiratorias crónicas. Propone que los sistemas de salud prioricen programas de capacitación para médicos, paramédicos y la comunidad en general. Esto permitiría a los pacientes reconocer y manejar mejor su condición. Además, sugiere un enfoque comunitario que apoye a los programas de salud pública y garantice el acceso a herramientas de diagnóstico temprano como la espirometría.
Finalmente, el Dr. Rendón aboga por la implementación de innovaciones tecnológicas en el diagnóstico y tratamiento de enfermedades respiratorias. Destaca que, en el marco de los ODS, es crucial que las tecnologías estén al alcance de todos, permitiendo a los centros de atención primaria diagnosticar con precisión a través de dispositivos de monitoreo de la función pulmonar, especialmente en las áreas más alejadas y desatendidas.
La lucha contra el asma es una meta compartida en la agenda de sostenibilidad global. El Dr. Rendón llama a la acción conjunta para hacer frente a la contaminación y garantizar el derecho a respirar un aire limpio, bajo una visión de justicia social y ambiental.
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