Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la exposición a la contaminación atmosférica causa cada año 7 millones de muertes prematuras en todo el mundo. Además, el tráfico es responsable del 27% de las emisiones totales de gases de efecto invernadero en nuestro país, contribuyendo significativamente al cambio climático global.
Es necesario explorar alternativas innovadoras que nos permitan reconciliar la movilidad con la sostenibilidad. Es en este punto donde emerge la tecnología híbrida, una de las soluciones que está ganando terreno en el Perú y en el mundo. De acuerdo con la Asociación Automotriz del Perú (AAP), de enero a abril del 2024, se vendieron un total de 1960 vehículos electrificados, en comparación con los 1321 vendidos en el mismo período del año anterior.
Apuesta por combustibles alternativos
Empresas líderes en innovación automotriz como Kawasaki, a los modelos ya tradicionales de vehículos de 2, 3 y 4 ruedas han insertado líneas híbridas, fusionando la eficiencia eléctrica con la versatilidad de los motores de combustión interna. No solo en tramos pequeños, sino en vehículos que tienen alta performance y desempeño de largas distancias. “Esta combinación no solo tiene el propósito de reducir las emisiones de carbono, sino también mitigar la dependencia de los combustibles fósiles y allanar el camino hacia un futuro más limpio y ecoeficiente”, sostiene Joel Jiménez, Gerente de Negocio Kawasaki, del Grupo Crosland.
La búsqueda de innovaciones más sostenibles en el mundo automotriz viene impulsando nuevas fuentes de energía y desarrollo de prototipos en distintas gamas de vehículos. Kawasaki afianzando su compromiso con el medio ambiente, ha creado un prototipo con motor de hidrogeno, destacando la adhesión de un propulsor de combustión interna y revolucionando el mercado de los vehículos menores eléctricos.
En un escenario donde la conciencia ambiental y la necesidad de acciones concretas se vuelven cada vez más urgentes, la movilidad híbrida y eléctrica se presenta como una respuesta significativa a los desafíos que enfrentamos. La transición hacia un transporte más sostenible no solo implica reducir las emisiones contaminantes, sino también promover un cambio cultural hacia modelos de movilidad más responsables y eficientes.
La innovación y el desarrollo tecnológico son fundamentales en esta búsqueda de soluciones. “Con el avance de la tecnología, vemos cómo más empresas del sector automotriz apuestan por la combinación de la potencia tradicional con la eficiencia eléctrica, en un esfuerzo por ofrecer alternativas viables y atractivas para los consumidores, sobre todo quienes están comprometidos con el medio ambiente”, finalizó, Jiménez.
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