Crear una cultura de economía circular en personas y en empresas es importante para asegurar el desarrollo sostenible del país. Para las personas, el Ministerio del Ambiente (MINAM) aprobó la Política Nacional de Educación Ambiental y tienen como meta que al 2024 se implemente en el 70% de instituciones educativas a nivel nacional. En esa línea, también se espera que al 2024 el 100% de autoridades, funcionarios, técnicos y recicladores relacionados a la gestión integral de los residuos sólidos cuenten con capacitación en la gestión integral, sostenible e inclusiva de los residuos sólidos.
De igual manera, en el BCP apuntamos a tener una cultura de sostenibilidad que incluya conciencia ambiental y el uso eficiente de los materiales y recursos. Contamos con tachos de segregación para papel y cartón, botellas y envases de plástico y residuos generales en las sedes administrativas donde se genera la mayor cantidad de residuos. Buscamos tener un impacto social y ambiental positivo al donar nuestros residuos reaprovechables a ONG como ANIQUEM (Asociación de Ayuda al Niño Quemado) y REMAR. Debido al sector donde operamos, el consumo de papel es uno de los usos más relevantes de materiales. Por ello, desde el 2019 contamos con el proyecto Paperless, mediante el cual buscamos ser más ecoeficientes reduciendo el consumo de papel, sus gastos asociados y contar con procesos orientados a la digitalización y agilidad, optimizando el uso de la cantidad de hojas en formularios de ventas y contratos, folletería, vouchers y otras impresiones. Algunas de las iniciativas incluyeron la reducción del parque de impresoras en sedes y agencias a nivel nacional, virtualización de documentos de aviso a clientes y transformación digital, con ellos logramos reducir en 39% el uso de papel del 2019 al cierre del 2022.
De cara a las empresas, los bancos tienen una gran responsabilidad para financiar productos, tecnologías y procesos de producción adaptados a la economía circular; en otras palabras, que tengan como objetivo eliminar los desechos y la contaminación mediante el mantenimiento, el uso compartido, la reutilización, la restauración, la refabricación y, como último recurso, el reciclaje. Como parte de la estrategia de finanzas sostenibles de los bancos, es necesario incluir un enfoque de relacionamiento con clientes para intercambio de conocimiento y asesoría sobre certificaciones y tecnologías que califican en la taxonomía ambiental y el marco de financiamiento sostenible que maneja el banco; el último, utilizado para levantar financiamiento para proyectos sostenibles. Asimismo, los bancos tienen el potencial de crear ecosistemas entre sus clientes para fomentar las oportunidades de alianzas en las cadenas de suministro.
En el BCP buscamos avanzar junto con nuestros clientes en el camino a la sostenibilidad. A la interna, tenemos un compromiso de carbono neutralidad para nuestras operaciones al 2032 y, a la externa, una estrategia de finanzas sostenibles robusta. En el 2022 ejecutamos la primera emisión internacional de bono verde del sistema bancario privado peruano por US$ 30 millones y, a la fecha, hemos verificado financiamientos verdes por un valor de US$ 197 millones e incrementaremos nuestra oferta durante el año.
Esta tribuna forma parte del Dosier Corresponsables: Día Mundial del Reciclaje en Latinoamérica.