Lima, al ser la ciudad más poblada del Perú con casi 10 millones de habitantes, genera alrededor de 7000 toneladas diarias, que representa aproximadamente 0,7kg por persona al día según datos del Ministerio del Ambiente (MINAM). Aún así, la pandemia ha generado diversos cambios en los hábitos diarios de los ciudadanos, quienes pasan más tiempo en casa generando mayor cantidad de residuos.
Por ello, es fundamental realizar una correcta separación de los residuos en casa, para así contribuir al cuidado del medio ambiente y sobre todo, disminuir el riesgo de posibles contagios de la COVID-19 a la familia, comunidad y a trabajadores de limpieza pública. En ese sentido, Katherine Sandoval, del área del Sistema Integrado de Gestión (SIG) de Innova Ambiental, brinda cuatro recomendaciones esenciales para realizar desde el hogar una buena clasificación de residuos:
- Clasificar por colores: Diferenciar los recipientes donde se colocarán los desperdicios, es un paso importante para comenzar esta labor y hábito de reciclaje. Estos depósitos deben ser de distintos colores o pueden ser etiquetados con el nombre de cada residuo, para que visualmente, los miembros del hogar puedan identificarlos.
- Residuos biocontaminados: A raíz de la crisis sanitaria, es necesario adoptar algunos cambios en la separación de este tipo de residuos que diariamente usamos como mascarillas, guantes quirúrgicos, protectores faciales o trajes de bioseguridad, ya que al tener un manejo adecuado y seguro de estos productos, reducimos los posibles contagios y/o accidentes tanto en la salud de la familia, como para las personas que realizan la labor de recolección.
- Residuos orgánicos: La gran mayoría de familias desconoce los beneficios que trae la óptima clasificación de los residuos orgánicos que producimos en nuestra rutina diaria como las sobras de alimentos, frutas, verduras, cáscara de huevos, entre otros. Se sugiere destinar un tacho sin grietas ni aberturas, pues estos residuos son biodegradables y se descomponen gracias a la acción de los microorganismos que proliferan en estos desperdicios, convirtiéndolos así, en fertilizantes caseros que sirven como abono a los jardines o macetas en el hogar.
- Aceite casero: Este es un contaminante hídrico que afecta a las especies marinas y a los cultivos en la tierra. Por ello, al ser desechados de manera inadecuada por las cañerías del hogar, podría terminar en los ríos y mares, provocando daños irreparables en el ecosistema. Por lo tanto, una vez que el aceite haya sido utilizado, es necesario dejarlo enfriar, colarlo en un envase para luego taparlo de forma segura y así, trasladarlo a los contenedores autorizados de los programas ambientales promovidos por las Municipalidades.