El 26 de marzo conmemora el Día Mundial del Clima, declarado en la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático realizada en 1992, con el objetivo de generar conciencia y sensibilizar a las personas a nivel mundial sobre la importancia e influencia del clima, así como el impacto del cambio climático sobre el hombre.
Según el Sexto Informe de Evaluación del Intergovernmental Panel on Climate Change (IPCC), entre 3,300 y 3,600 millones de personas viven en contextos que las hacen altamente vulnerables a los impactos del cambio climático. Asimismo, resalta que, si el calentamiento global supera transitoriamente los 1,5 °C en las próximas décadas o más adelante, muchos sistemas humanos y naturales se enfrentarán a riesgos graves.
En nuestro país, según el Centro de Monitoreo de Desplazamientos Internos (IDMC, por sus siglas en inglés) reportó que solamente entre el 2018 y 2019, aproximadamente, 656 mil peruanos y peruanas se vieron obligados a desplazarse por catástrofes naturales, y estima que en las próximas décadas serán muchas más si el aumento de la temperatura sigue en ascenso.
En esa línea, las industrias de nuestro país vienen implementado acciones para aminorar los efectos del cambio climático y desde el gremio de bebidas y refrescos sin alcohol del Perú (ABRESA), por ejemplo, se ha invertido en programas de reponsabilidad social y ambiental con la consigna de proteger al planeta.
ABRESA, siguiendo el ODS 13, que pretende introducir el cambio climático como cuestión primordial en las políticas, estrategias y planes de países, empresas y sociedad civil, ha explorado diversos campos de la investigación para ofrecer envases y formatos que se ajusten a las necesidades, pero que también contribuyan a desarrollar una cultura de concientización en la sociedad, para masificar la retornabilidad a través de la creación de canales de recuperación. Para ello, se destinó S/ 31.6 millones, entre el 2017 al 2021, a programas ambientales y sociales apostando por invertir en investigaciones que ayuden a optimizar sus procesos de producción para ofrecer productos de valor social.
Para mencionar casos puntuales de los socios agremiados, desde PepsiCo Perú, se tiene el compromiso de trabajar en estrategias sostenibles de producción, almacenamiento y distribución, para así lograr un mundo en el que el plástico nunca se convierta en desecho. Además, se busca cambiar a electricidad y combustibles renovables en toda su cadena de valor. Por ejemplo, su planta en Santa Anita genera 0 residuos para el relleno sanitario y utiliza el 100% de energía eléctrica renovable, además sus botellas de plástico PET son 100% reciclables, biodegradables y/o compostables, incluyendo etiquetas.
Por su parte, cbc Perú, bajo su estrategia TSI (Total Societal Impact), ha logrado ser la primera embotelladora del país en obtener las 3 estrellas del MINAM por calcular, verificar y reducir su huella de carbono. Además, en línea con recuperar el 100% de sus envases, a 2030, han desarrollado proyectos que han sido reconocidos internacionalmente, como ‘Botellas Que Empoderan’, programa orientado a convertir las botellas RECO en insumos para la elaboración de artículos de moda sostenible para impulsar la economía de mujeres en situación de vulnerabilidad.
Arca Continental Lindley, gracias al trabajo conjunto con Coca Cola Perú, recibió en el 2022, por parte de Enel Perú, la certificación I-REC Standard (certificado estándar internacional de energía renovable, por sus siglas en inglés), emitida por la reconocida firma mundial The Green Certificate Company. Este reconocimiento, el primero que entregó Enel en el Perú, fue otorgado por el consumo de energía 100% renovable en sus plantas de producción de Arequipa, Trujillo, Zárate y Pucusana. En esa misma línea, el año pasado se convirtieron en la primera empresa del sector de consumo masivo en adquirir dos montacargas eléctricos con batería de litio. Asimismo, el 80% de las zonas iluminadas en las plantas de Pucusana y Trujillo se realizan de forma natural a través de un sistema de iluminación natural eficiente que funciona a partir de domos o tubos solares sustentables.
Desde Backus, para el 2025, tienen como meta de acción climática que el 100% de la electricidad que usan en sus plantas sea renovable. En línea con esta meta, en el 2022, recibieron la certificación internacional I-REC Standard (certificado estándar internacional de energía renovable, por sus siglas en inglés) por la adopción de energía de fuentes renovables en sus siete plantas de producción en Arequipa, Ate, Chaclacayo, Cusco, Motupe, San Juan y Huarochirí. Actualmente, el 70% de la energía que adquieren para elaborar sus productos proviene de fuentes renovables, cuyo origen físico y trazabilidad son reconocidos por la certificación I-REC de la empresa de generación eléctrica Kallpa. Otro de sus objetivos en acción climática es reducir la huella de carbono de su cadena de valor en 25% para el 2025, con la gran ambición convertirse en una empresa con cero emisiones netas de carbono en el 2040.
ISM, trabaja en torno a 5 objetivos de desarrollo sostenible (ODS), uno de ellos es el ODS –Producción y Consumo Responsable, por lo que cada año se enfocan en la aplicación de la economía circular con acciones que les permitan mitigar la contaminación al medio ambiente. Parte de sus acciones consisten en medir la huella de carbono de sus plantas de producción en todos los países donde operan. Gracias a ello, obtuvieron la segunda estrella otorgada por el Ministerio del Ambiente y han firmado un acuerdo de producción limpia con el Estado, lo que les ha permitido establecer diversas metas que vienen cumplido en lo que va del año.
Para finalizar, la industria ha ido creciendo y a la par ha logrado desacoplarse del uso de plástico en los últimos años. Desde el 2016 hasta el 2020, el plástico virgen por litro vendido se redujo en más del 22%.
Esta tribuna forma parte del Dosier Corresponsables “Dia Mundial del Clima”