Las consecuencias del cambio climático en el mundo entero son cada vez más evidentes. Aspectos como la salud, la capacidad para cultivar alimentos y mantener la seguridad alimentaria, la biodiversidad, la seguridad de las viviendas y hasta los puestos de trabajo, vienen siendo afectados por los cambios de temperatura en nuestro país y el mundo, causando fenómenos climáticos más extremos.
Uno de los efectos más cercanos y tangibles que tenemos es lo señalado por la Fundación Empresa y Clima, un referente empresarial para la mitigación y adaptación al cambio climático, quienes indican que este 2023 será el año más caluroso de todos, a raíz de los incrementos de la temperatura global. Asimismo, en la Cumbre del Clima del 2022, organizada por las Naciones Unidas, se dio a conocer que hay dificultades para alcanzar la meta en lo referente a la reducción de las emisiones para mitigar el cambio climático, esto a pesar de que las grandes potencias mundiales están haciendo esfuerzos para contenerlas.
Es clave reconocer que, según las Naciones Unidas, el Perú es considerado como un país “particularmente vulnerable” porque reúne siete de las nueve características de vulnerabilidad establecidas por el organismo en mención.
Por ello, de acuerdo con el estudio Cambio Climático y Migración en el Perú, publicado en el 2021 por la Organización Internacional de las Migraciones, más de 9 millones de personas se encuentran expuestas a lluvias intensas, inundaciones y deslizamientos de tierra, mientras que 7 millones de habitantes se enfrentan a temperaturas bajas y muy bajas, y casi 3.5 millones a sequías.
Las consecuencias del cambio climático representan una fuerte inversión en obras de recuperación, pero, principalmente, frenan el progreso de peruanos y peruanas. La mitigación y adaptación al cambio climático de nuestro país es una responsabilidad conjunta entre todos los agentes que somos parte de él. En esta cadena, las empresas juegan un rol importante en el logro de dicho objetivo, debido a que su actividad, además de contribuir en el desarrollo económico y social del país, tiene un efecto directo sobre el entorno y el ambiente.
En ese sentido, venimos trabajando arduamente para gestionar nuestros impactos de manera consciente y responsable en el ambiente y la comunidad, dado que estamos convencidos de que cuando se cambia algo, cambia todo. Con esa responsabilidad, nos hemos involucrado y comprometido para contribuir en el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas vinculados al cambio climático.
En línea con nuestro compromiso de promover un adecuado consumo de energía, hemos implementado tecnología LED en el 100% de nuestras tiendas a nivel nacional, lo cual ha permitido lograr un ahorro de hasta un 60% versus el uso de artículos de iluminación convencionales.
Adicionalmente, cinco de nuestros locales, ubicados en las regiones de Ica, Moquegua, Arequipa, y los dos últimos inaugurados en Lima Metropolitana (San Miguel y San Martín de Porres), han sido construidos con criterios bioclimáticos, trabajando con equipos de climatización que optimizan el sistema de aire acondicionado y ventilación natural a partir de la temperatura de la zona, representando un consumo de energía eléctrica de hasta un 40% de toda la carga instalada de la tienda, y permitiendo tener un ahorro anual de hasta 60% en comparación a una tienda climatizada con aire acondicionado de manera permanente.
La apertura de este tipo de establecimientos, así como la promoción de campañas de ahorro, buscan impulsar una cultura sostenible y consciente del uso de recursos como la energía a lo largo de nuestra cadena de valor.
Gracias a estos esfuerzos, hemos podido reducir nuestra Huella de Carbono en un 40% entre los años 2019 y 2021. Nuestro compromiso y acciones continúan para enfrentar al cambio climático y así contribuir a la meta de reducción del 40% de emisiones que ha asumido nuestro país al 2030.
Esta tribuna forma parte del Dosier Corresponsables “Dia Mundial del Clima”