El papel del sector privado en el desarrollo sostenible es trascendental para fomentar el impacto social, ambiental y económico, sin embargo este impacto positivo y transformador se logra solo a través de una mirada integral. La necesidad de observar de cerca estos impactos, y tomar acciones sobre los mismos, ha resultado en la creación de los ahora conocidos criterios ASG, o ESG en inglés, los cuales hacen referencia a tres dimensiones: la ambiental, la social, y la de gobernanza.
Estos criterios, presentes ya desde el inicio de los 2000, han permitido que las entidades del sector privado fortalezcan sus estrategias y acciones frente a los impactos sociales, ambientales o de gobernanza que generan, contribuyendo a su vez a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), establecido s por las Naciones Unidas. Si bien estos criterios vienen siendo adoptados con apertura por cada vez más organizaciones a nivel mundial, su adopción demanda un compromiso fundamental de análisis, autocrítica y cambio, que debe trascender el discurso corporativo.
Poner los criterios ASG en el corazón y al centro del modelo de negocio es definitivamente un reto para el sector empresarial. Hacer uso de los mismos como una estrategia de responsabilidad social o mejora de posicionamiento mediático nos puede hacer caer en el greenwashing, y en un compromiso vacío y utilitarista. Es por eso que generar una verdadera cultura ASG demanda que las organizaciones y empresas dediquen un esfuerzo de gran importancia a la transformación de sus tradicionales formas de ser y hacer. En un contexto donde la sociedad demanda, con justa razón, mayor transparencia y rendición de cuentas del accionar del sector privado, debemos responder con seriedad.
El compromiso y comprensión de la importancia ASG más allá de las siglas es fundamental. Se trata de llevar el concepto desde lo corporativo y gerencial a todas las esferas de la organización, a través de un compromiso real con el desarrollo sostenible y social, y con la contribución a mejorar la calidad de vida de todos aquellos involucrados.
Además de una profunda transformación cultural, la adopción del enfoque ASG implica crear una estrategia integral que involucre estos criterios como elementos core del negocio. Así, la integración de estos criterios puede -y debe- generar cambios en la estructura organizacional, modelo de negocio, productos y servicios ofrecidos, definición de cliente, misión y visión, entre otros elementos fundamentales de las entidades del sector privado.
El ASG ha permitido que, en espacios corporativos altamente tradicionales, y en muchos casos altamente conservadores, nuevas preocupaciones, realidades y contextos sean discutidos. El compromiso con la igualdad de género, con la sostenibilidad, con construir una mayor resiliencia frente al cambio climático, con entender las desigualdades y las realidades sociales diversas, con la población migrante y desplazada, son todos evidencia del impacto de la adopción del enfoque y criterios ASG en el mundo corporativo.
Las microfinanzas han demostrado ser un sector que impulsa el desarrollo económico de poblaciones en situación de vulnerabilidad, pobreza o pobreza extrema, a través de sus productos y servicios. La adopción de los criterios ASG ha permitido en el sector, que las entidades financieras miremos nuestro rol en las sociedades donde trabajamos.
Desde Financiera Confianza, entidad de la Fundación Microfinanzas BBVA, adoptar y diseñar nuestro plan ASG significa entender, en primer lugar, nuestro rol dentro de las esferas social, ambiental y política. En este análisis de cada esfera, logramos hacer un diagnóstico profundo, identificar acciones de mejora, y priorizar las mismas con los recursos adecuados. La integración exitosa de los criterios ASG dentro de nuestra organización, ha permitido que miremos la realidad con un lente distinto: un lente que ve el impacto de las organizaciones de manera integral y entiende a las personas desde un enfoque interseccional.
Así, nuestro compromiso con la igualdad, la inclusión y la sostenibilidad, se han visto reforzados y ampliados, gracias a un enfoque que permite ver y entender la realidad de los clientes, comprender los impactos ambientales de nuestro accionar, e identificar acciones para fortalecer nuestra gobernanza corporativa. Operar bajo el marco del enfoque ASG ha resultado hoy en una exitosa oferta de valor que nos permite contribuir desde la entidad a 12 de los 17 ODS, incluyendo la reducción de la pobreza, la igualdad de género, la educación de calidad, agua limpia y saneamiento, acción por el clima, entre otros.
Establecer objetivos, metas e indicadores claros para mejorar en cada esfera de los criterios ASG, en estrecha coordinación con la Fundación Microfinanzas BBVA y las entidades parte de la misma, nos ha permitido fortalecer y mejorar nuestro accionar, innovando con productos y servicios para población migrante y desplazada, población agropecuaria, entre otras, que se caracterizan por encontrarse en alta situación de vulnerabilidad. Así, los criterios ASG nos han permitido llevar a la realidad con solidez nuestra misión y compromiso con las poblaciones más desatendidas a través de las finanzas productivas y la banca relacional.
Cada organización debe definir su propio camino de incorporación e implementación de los estándares ASG, en cuanto lo que funciona para uno no funciona para todos, y cada entidad tiene diversas necesidades según su rubro.
La implementación de los criterios ASG no está libre de críticas. La no estandarización de indicadores o índices de reportería por rubro, su metodología y objetivos, su propósito, su uso político, son algunos de los elementos que aún están sujetos a mejora. Sin embargo, la revolución ASG continúa gracias a emocionantes innovaciones y apuestas por la transformación de la práctica corporativa.