¿Cuál debe ser el papel de las empresas peruanas del siglo XXI para generar organizaciones más humanas, responsables con el medio ambiente y enfocadas en un desarrollo económico que llegue a más peruanos?
Tienen que ser empresas humanas o que estén conscientes de que, si no invierten y no toman decisiones pensando en el impacto que generen, no van a poder ser sostenibles en el futuro. No se trata de caridad ni de filantropía. Se trata de que las empresas inviertan buscando la rentabilidad, pero a la vez asegurando su existencia en el futuro, además de generar desarrollo para el país.
Una empresa maderera que no invierte en reforestación, por ejemplo, está cavando su tumba porque no está asegurando su fuente de materia prima a futuro. Es voltear la tortilla, crear productos que generan desarrollo.
Esta visión está alineada a las empresas con propósito, como las empresas B. Más que el rol de las empresas es el rol de los empresarios, ya que al final las decisiones son tomadas por personas. Tenemos empresas que tenían gobiernos corporativos corruptos y al final eso no permite la sostenibilidad en el tiempo.
No es sólo un tema de retorno financiero y económico, sino de gestionar la parte social y ambiental.
Nosotros no promovemos que las empresas tengan un área de RSE o de Sostenibilidad. No es un indicador, ya que muchas veces esta área opera de forma individual a los objetivos de la empresa, que sigue haciendo sus negocios mientras el área de RSE hace lo suyo. Debería ser una estrategia alineada al ADN del negocio. Y para lograr eso no necesitas un área ad hoc, pues si ya tienes al área de finanzas, procurement, y legal, con acciones claras, se puede lograr.
¿En qué áreas cree que el mundo empresarial está más avanzado en el Perú en términos de Sostenibilidad? ¿Y en qué áreas hay mayor dificultad para avanzar?
Lo más complejo se da en el área de finanzas y comercial porque todavía ven a la sostenibilidad como un gasto y, a la fecha, no hay herramientas concretas que te permitan medir tu retorno de la inversión en sostenibilidad. Hay indicios,
algunas herramientas creadas, pero todavía no son apropiadas como tales. Por otro lado, el marco legislativo no invita a que las empresas se transformen. En licitaciones públicas no hay criterios de calificación para contratos de proveedores con una estrategia sostenible o para brindarles puntos extras para la contratación.
Asimismo, otorgar facilidades de descuento en torno al impuesto a la renta, etc. En otros países sí pasa, pero aquí todavía no.
El aparato estatal no está preparado para ello. Lo que más escucho de las áreas de RSE de las empresas es que tienen una pelea constante con las áreas de finanzas y comerciales porque no les quieren dar plata para desarrollar sus programas.
Hay muchas empresas que están teniendo acciones de forma exitosa en temas de ecoeifciencia, las asociaciones público privadas (APP) y también están funcionando, pero es todavía incipiente o inicial este camino a la sostenibilidad.
Nosotros tenemos el distintivo Empresa Socialmente Responsable y este año (2017) fui a la ceremonia del distintivo en México donde 1600 empresas recibieron el distintivo y en Perú tuvimos 60. Eso quiere decir que todavía estamos en pañales y tenemos un largo camino por recorrer
¿Cuál es la estrategia y proyectos de Perú 2021 para que las pequeñas y medianas empresas puedan impulsar los ODS y en consecuencia al logro de la sostenibilidad?
No creo que podamos afirmar que las empresas puedan llegar a la sostenibilidad en este momento o en corto tiempo, pero lo que sí podemos es trazar un camino hacia la sostenibilidad. Nosotros hemos hecho una alianza con el Global Reporting Initiative (GRI), y somos su hosting partner en Perú. También hemos logrado varias alianzas con instituciones internacionales que ya manejan el tema de proveedores y cadena de valor, por lo que estamos empezando a trabajar con herramienta como el SDG Compass, que es de GRI, del World Business Council y Naciones Unidas.
El distintivo lo hemos alineado también a empresas pequeñas, y estamos empoderando a las empresas grandes para que financien a las de su cadena de valor, y así comiencen a integrarse a este camino. Esto lo hacemos con herramientas mucho más sencillas, porque las empresas chicas no tienen el tiempo ni el personal como para dedicarlo a completar este tipo de cosas que son tan tediosas.
Entonces, estamos trabajando con ellos a través de alianzas. En este momento en particular con TGP, CELEPSA, Supermercados Peruanos, que son empresas que nos dijeron “Ya. Comencemos. Nos interesa el tema”.
¿Qué retos cree que tiene la RSE en Perú a corto y más largo plazo?
Comparado con América Latina, sí. Cuando he estado en reuniones internacionales con partners de Perú 2021 he podido ver que están teniendo los mismos desafíos que nosotros. La responsabilidad social es un modelo de gestión, ser socialmente responsable, y la sostenibilidad es una estrategia de negocio. Son dos cosas distintas. Nosotros estamos enfocados en promover que la empresa incorpore este enfoque de sostenibilidad en su manera de hacer negocios, más que promover la responsabilidad social como tal.
El reto principal es un tema de fe. Es una decisión personal. El dueño de la empresa, el gerente general se compra el tema o no. Es un tema de convencer, yendo puerta por puerta. Plantear algo como “Todavía no existen herramientas que midan el retorno de tu inversión, pero hay muchísimos estudios que indican que es el camino, ¿vas o no vas?”. Muchos empresarios, los más avezados, con ideas interesantes, se deciden al momento. Otros no. Lo más difícil no es convencerlos de hacer algo, sino que realmente crean y estén totalmente convencidos de que ese es el camino.
Después de 20 años, ¿crees que en el país ya debería existir una nueva legislación en torno a temas de sostenibilidad?
Más allá de una legislación, un conjunto de herramientas y marcos normativos que ordenen y que den un valor oficial a la sostenibilidad. De qué le sirve a una empresa financiar toda esta inversión si no tiene un propósito o una contraparte a nivel gobierno que le dé ciertos beneficios por ser una empresa sostenible. Si tengo dos empresas, una sostenible y la otra no, si las dos compiten en una licitación, la que es sostenible debería tener alguna ventaja sobre la otra. Eso ahora no existe.
Si existiera, habría muchas más empresas sostenibles.
¿Qué le recomendarías a los gerentes de las empresas para que se enrumben en el camino hacia la sostenibilidad?
Que levante la mirada y vean un poco más allá, sin miedo a cambiar la forma de hacer las cosas. Hay que cambiar las cosas, porque estamos yendo para un lado, y debemos virar hacia otro. Los fondos de inversión, por ejemplo, cada vez más invierten sólo sí la empresa tiene un enfoque de sostenibilidad.
Si se quiere que la empresa siga existiendo en el futuro y, que más allá de que sea un espacio que genera dinero, sea un espacio que genera desarrollo, entonces, hay que cambiar la forma de hacer las cosas. En varios aspectos, pues por un lado están los nuevos consumidores que están exigiendo productos y servicios alineados a la sostenibilidad -y que si tu empresa no lo tiene no van a consumir-; y está también esta nueva camada de colaboradores, que quieren trabajar en un lugar donde el fin no sea solamente hacer dinero, sino generar impacto. SI tu empresa no está alineada a todo ello, vas a perder gente de valor y también clientes.
No es sólo un tema filantrópico de ‘hacer el bien’, sino que es una estrategia de negocio.
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Esta entrevista forma parte del Anuario Corresponsables Perú 2017.