Crecimiento no es lo mismo que desarrollo y quienes trabajamos en la empresa privada lo tenemos claro. Cada año el tema sobre el rol de la mujer en las organizaciones, en el mundo corporativo, toma mayor relevancia por el levantamiento de voces de activistas, figuras públicas, y últimamente, por los diferentes colectivos en los que CEO’s de algunas de las empresas más relevantes en el mundo participan activamente.
Incluir a las mujeres como actores clave en los procesos de desarrollo nacionales significa que se tome en cuenta sus perspectivas y experiencias, por ejemplo, en el desarrollo de las políticas públicas, pero sobre todo, en los debates sobre el desarrollo, para así garantizar un enfoque transversal de género en todas las aristas que construyen una sociedad más inclusiva.
Tomar en cuenta a las mujeres también implica considerar sus necesidades de acceso a créditos, activos, capacitación, tecnología, derechos de propiedad y patentes, ya que a pesar de que muchas veces son ellas quienes ejercen mayor participación en la gestión, conservación, explotación y aprovechamiento de los recursos, esto no se ve reflejado en sus niveles de ingreso. Por ello, existe una brecha por atender relacionada a aspectos como por ejemplo la brecha salarial por género.
CONFIEP busca contribuir con el proceso de crecimiento económico sostenible, basado en la inversión y fomento del empleo para todos por igual. En esa línea es que CONFIEP crea, en el marco de un mayor foco para lograr la autonomía económica de las mujeres, el Comité de Equidad e Inclusión, dedicado a impulsar con los gremios asociados y otras entidades empresariales, acciones que permitan avanzar hacia la igualdad de oportunidades y el empoderamiento de la mujer a todo nivel.
El principal desafío, además de integrar a la mujer y revalorar su papel en el desarrollo sostenible de la sociedad, es ayudar a que más de ellas se integren al mundo corporativo en cargos de liderazgo, con salarios que vayan no solo de acuerdo a su preparación y sus capacidades, sino también que se reflejen en la reducción de la brecha salarial por género.
Trabajar en la erradicación de los techos de cristal es imperativo; así como lo es también impulsar el empoderamiento y la participación de las mujeres en temas cruciales como la economía y la política. Necesitamos seguir promoviendo el desarrollo de programas e iniciativas internas dentro de nuestras organizaciones, así como trabajar acciones de la mano de empresas aliadas para mejorar nuestra acción de cara al futuro.
Al respecto, la página oficial del Pacto Global de las Naciones Unidas indica que las empresas jugamos un rol clave en la equidad de género para un mundo más sostenible, por lo que debemos adoptar a nivel interno políticas y procedimientos para garantizar los mismos derechos y oportunidades laborales, además de invertir, por ejemplo, en programas de independencia económica de las mujeres, fomentando así el crecimiento económico y el desarrollo social.
Si bien sabemos que a nivel empresarial el foco más importante es el desarrollo económico, no debemos dejar de lado el impacto de las empresas a nivel social. En ese sentido, es imprescindible empezar con la educación para la igualdad a todo nivel, que nos permitirá desarrollarnos exitosamente como sociedad y hacer frente a las dificultades que se presentan en un contexto de coyuntura complejo como el que vivimos, que requiere de organizaciones sostenibles y sólidas, con equipos autosuficientes.
Desde nuestro rol en el Comité de Equidad e Inclusión de la CONFIEP estamos contribuyendo a la construcción de un país unificado que ofrezca oportunidades de desarrollo a todos por igual. Tenemos que reforzar las capacidades institucionales que nos permitan promover un acceso equitativo e inclusivo de mujeres y hombres en los procesos de toma de decisiones, recursos financieros y educación superior. Por ello, es importante establecer iniciativas de liderazgo y de orientación que impulsen el equilibrio del género en los puestos laborales, con miras a estimular e involucrar a todos los miembros de la sociedad en la construcción de nuestra nación.
El cierre de las brechas es necesario para alcanzar el desarrollo económico y social de nuestro país, sobre todo porque nuestro rol tiene que ser en convertirnos en líderes que promuevan la igualdad de oportunidades a todo nivel.
Esta tribuna forma parte del Dosier Corresponsables “El rol de la mujer en el desarrollo sostenible: Retos y oportunidades”