Llegué a Perú hace un año. Vine para acabar mis estudios mediante un intercambio en la Universidad de Lima, queriendo aprender un poco el idioma y la cultura, y regresar a mi país para trabajar. Durante mi intercambio, me pareció interesante investigar el emprendimiento en el Perú, sobre todo después de haber tenido experiencias en temas de emprendimiento en diferentes países del mundo, como Francia y la India.
Yo tengo 25 años, y para mí, es imposible pensar en emprendimientos que no generen un impacto positivo en la sociedad. Un emprendimiento debe buscar generar valor social, así como busca generar valor económico. Desde las publicaciones del Premio Nobel de la Paz, Muhammed Yunus, a este tipo de emprendimiento se le conoce como ¨emprendimiento social¨.
Las organizaciones no pueden esperar más en recibir apoyos del gobierno, y tampoco esperar por las ONGs, que cada día tienen más dificultades para financiar sus proyectos. El emprendimiento social es un modelo híbrido de empresa que busca resolver un problema social. Un emprendimiento social tiene que poner al mismo nivel de importancia su autosostenibilidad y el impacto social que genera. Un país como Perú necesita del emprendimiento social.
El impacto de un emprendimiento social es la clave. La tendencia de tener una buena comunicación y de no medir su impacto es grande, pero los emprendedores sociales tienen que tener bien claro que su misión final es tener impacto, mejorar situaciones, cambiar vidas. Si el emprendedor no puede o no quiere medir su impacto, no es un emprendedor social. Desafortunadamente, pocos emprendedores sociales saben medir su impacto. Este es el aprendizaje de Dare2Impact, un grupo de jóvenes que, durante un año, apoyan a emprendedores sociales a medir su impacto en diferentes países del mundo.
Teniendo en cuenta la situación social y ambiental del país, el emprendimiento social es una solución que los peruanos tienen que tener en cuenta. A través de nuestra investigación, nos hemos dado cuenta que muchas personas tienen las ganas de generar impacto social sostenible, pero que muy pocos lo hacen realidad. Queríamos entender porqué.
Primero, no existen espacios para conversar y conocer las experiencias de un emprendedor social. La única inspiración que tienen las personas que quieren emprender son las entrevistas oficiales y las páginas de Facebook, donde solo se comunica el éxito del emprendedor, más no el camino que atravesó. La realidad es que los emprendedores pasaron por muchas dudas y problemas, perdiendo socios, teniendo problemas para pagar los sueldos, o hasta teniendo que empezar de nuevo. Luego, hemos descubierto de dónde viene la fuerza de un emprendedor. Cada uno tiene un gran potencial, pero muchos no creen en ellos mismos. En el Perú la autoestima personal es baja. Eso genera que muchos emprendedores se caigan en el camino. Según información de Sunat, al año se registran cerca de 300,000 empresas, pero se cierran unas 200,000. La falta de autoestima no es la razón principal, pero conocerse a uno mismo es la base de un emprendimiento.
Finalmente, hace falta que los emprendedores sepan estructurar sus proyectos. Al no existir una cultura del emprendimiento, las personas no saben cómo crecer y lograr sostenibilidad. Antes de poner el 100% de su tiempo en una idea de proyecto, los emprendedores tienen que investigar si realmente existe un problema y si los clientes podrán pagar el servicio o el producto, y después testear y validar lo que se conoce como el mínimo producto viable.
Wiñay Wayna -que significa “por siempre joven” en quechua- es una empresa social peruana que busca ayudar a las personas que quieren generar un impacto social sostenible, pero que no saben cómo hacerlo. La empresa crea espacios en donde las personas que quieren desarrollar un proyecto encuentran inspiración, introspección e innovación. Nuestro primer servicio es un tour de emprendimiento social a través del Peru. Nuestro segundo servicio son formaciones para medianas y grandes empresas que quieren dar la oportunidad a sus empleados a generar proyectos con alto impacto social y que sean sostenibles para la empresa.
Entre el 22 y el 27 de febrero, 30 jóvenes de todo el país que han vivido un tour de emprendimiento social, en tres ciudades diferentes. La experiencia fue transformacional para todos. Ahora, Wiñay Wayna se focaliza en el desarrollo de un tour de emprendimiento social a nivel nacional en Perú, entre el 5 y el 13 de agosto. Estamos en la búsqueda de aliados y apoyos económicos.