En un principio, la Responsabilidad Social era considerada como una obligación moral de la empresa para mejorar la calidad de vida y el ambiente donde operaba. Sin embargo, el concepto fue evolucionando en el mundo y en Perú; fueron incorporándose elementos claves como los grupos de interés, sus expectativas e intereses con relación a la empresa, el conocimiento del entorno social, económico y ambiental y su relación, influencia o posible impacto en el negocio, llevándonos a un concepto más amplio e integral, alineado a la estrategia del negocio.
Partiendo de este nuevo enfoque, en la actualidad nuestra estrategia de desarrollo sostenible está compuesta por cinco ejes que compartimos a nivel global:
- Acelerar el crecimiento y el desarrollo social a través de nuestra cadena de valor.
- La cerveza como una opción natural para el consumidor moderado y responsable.
- Reservar los recursos hídricos en las cuencas en donde operamos.
- Crear valor de nuestra gestión reduciendo el consumo de energía y emisiones carbón.
- Promover el uso responsable y sostenible de la tierra en los cultivos que se utilizan para la producción de la cerveza.
Esta estrategia, no solo forma parte del modelo de liderazgo y organización de Backus, sino es también la estrategia que une a todas las operaciones de SABMiller en el mundo, dándonos un marco de acción común y la oportunidad de generar valor y contribuir con la sostenibilidad del negocio a nivel global.
El trabajo con la cadena de valor es de particular relevancia, dado el alcance de la empresa y la posibilidad de llegar a pequeños y medianos negocios de la base de la pirámide, para promover su desarrollo económico y social. En esta línea, trabajamos con nuestros clientes y proveedores para desarrollar capacidades productivas y emprendedoras que les permitan mejorar su gestión, incrementar sus ingresos y hacer crecer sus negocios.
Todo esto contribuye directamente a la generación y promoción de empleo formal y de calidad, que es fundamental en un país como el nuestro en el que el 70% de la población trabaja en empleos informales. Es así que tenemos, por ejemplo, el programa regional “4e: Camino al Progreso”, dirigido a nuestros clientes y el programa “Progresando Juntos” de desarrollo de pequeños productores de maíz. En ambos programas a través de capacitación, coaching y sesiones de acompañamiento personalizado desarrollamos las capacidades técnico- productivas, de gestión empresarial, de desarrollo personal y familiar y de liderazgo de los dueños de los negocios y de los productores de maíz logrando mejoras en sus ingresos y en su calidad de vida. Asimismo, hemos generado alianzas con instituciones financieras para promover y facilitar el acceso de nuestros clientes y proveedores al sistema bancario y a créditos con mejores tasas de interés. En todas estas intervenciones promovemos la formalización, el respeto de la ley y la operación responsable de los negocios.
Estos programas generan valor económico, social y ambiental no solo para los involucrados de manera directa como son, los proveedores o clientes y la empresa, sino también para las comunidades, al tener pequeños y medianos empresarios más comprometidos con el bienestar de su entorno, y para el Estado dado que contribuyen a la formalización de la cadena.