El Día Mundial del Clima se celebra el 26 de marzo de cada año con el objetivo de concienciar sobre la importancia de tomar medidas para combatir el cambio climático y proteger el medio ambiente. En este sentido, una de las soluciones más eficaces y fáciles de implementar para reducir las emisiones de CO2 es la energía solar fotovoltaica.
La energía solar fotovoltaica consiste en la transformación directa de la energía solar en electricidad a través de células fotovoltaicas. Esta tecnología es cada vez más accesible y económica, lo que ha permitido su expansión en todo el mundo como una alternativa sostenible y limpia a las fuentes de energía convencionales.
Una de las principales ventajas de la energía solar fotovoltaica es que no produce emisiones de CO2 ni otros gases contaminantes durante su funcionamiento. Esto significa que su impacto ambiental es muy bajo en comparación con las centrales térmicas de combustibles fósiles, que son responsables de una gran parte de las emisiones de gases de efecto invernadero que causan el cambio climático.
Además, la energía solar fotovoltaica es una fuente de energía renovable e inagotable, ya que la radiación solar es una fuente de energía ilimitada y disponible en todo el mundo. Esto significa que la energía solar fotovoltaica puede contribuir de manera significativa a la transición energética hacia una economía baja en carbono y sostenible, en adición, ha experimentado un rápido crecimiento en todo el mundo en las últimas décadas. Según la Agencia Internacional de Energía (AIE), la capacidad mundial de energía solar fotovoltaica aumentó un 12% en 2020, alcanzando los 760 gigavatios (GW). Esto equivale a una producción anual de electricidad de aproximadamente 800 teravatios-hora (TWh), lo que representa un aumento del 18% respecto al año anterior.
Este crecimiento ha sido impulsado por el aumento de la eficiencia de las células fotovoltaicas y la reducción de los costos de producción, lo que ha permitido que la energía solar fotovoltaica sea cada vez más competitiva frente a las fuentes de energía convencionales. Además, la energía solar fotovoltaica es especialmente adecuada para su uso en áreas remotas o en países en desarrollo donde la infraestructura eléctrica es limitada o inexistente.
Otro factor clave que ha impulsado el crecimiento de la energía solar fotovoltaica es el apoyo político y la regulación favorable en muchos países. Muchos gobiernos han implementado incentivos y programas de subsidios para fomentar la inversión en energía solar fotovoltaica y promover la transición energética hacia una economía baja en carbono. Además, la energía solar fotovoltaica también es una fuente de empleo y puede contribuir a la creación de empleos locales y la diversificación económica en las regiones donde se instalan las plantas solares.
Lamentablemente el Perú, a diferencia de varios países vecinos de la región, aun no cuenta con una regulación de generación distribuida que nos permita inyectar a la red pública los excedentes de generación de una planta solar de auto consumo, limitando de esta manera cualquier sobre producción que pudiera darse.
La energía solar fotovoltaica también tiene el potencial de ser una fuente de energía descentralizada y distribuida, lo que significa que los hogares y las empresas pueden generar su propia electricidad a partir de paneles solares instalados en los tejados.
En Caral Energía Renovable y Sostenible brindamos soluciones de energía renovables en todo el Perú que ayudan a reducir el impacto en el medio ambiente que las empresas e industrias tienen en su operación y a la vez obtener ahorros en la facturación eléctrica.
La crisis climática es uno de los mayores desafíos a los que se enfrenta la humanidad, por lo que es crucial que se tomen acciones para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y proteger el medio ambiente para las generaciones futuras y el Dia Mundial Clima es una forma de tener este objetivo presente en la población mundial.
Esta entrevista forma parte del Dosier Corresponsables “Dia Internacional del Clima”