Entre los jugadores claves en este proceso por migrar a un equilibrio que nos permita que el uso de los recursos tenga un ritmo menor al que requiere la tierra pare regenerarlos, están las empresas. El sector privado peruano debe aprovechar esta ola y no dejar pasar las oportunidades.
Tenemos ya algunos importantes pasos avanzados. Por un lado, desde el MINAM se ha creado un sistema de reporte voluntario, donde las empresas pueden declarar sus emisiones anuales. Estos reportes formarán parte del proceso de implementación del Registro de Emisiones y Transferencias de Contaminantes (RETC). Adicionalmente, la Superintendencia del Mercado de Valores publicó la Resolución Nº 033-2015SMV/01, que propone incorporar un Anexo adicional a la Sección IV de la Memoria, numeral (10180), “Reporte de Sostenibilidad Corporativa”, donde las empresas tendrán que reportar si miden su Huella de Carbono, así como consumos de agua, energía y generación de residuos. En Perú ya existen varias empresas de diversos sectores que han medido su Huella de Carbono de forma voluntaria. La tendencia global ha llegado para quedarse.
Estamos en un proceso de transición hacia una economía baja en emisiones de carbono y el sector privado a nivel global ya dio un golpe de timón. Más de 320 compañías han firmados compromisos con el clima y más de 40 grandes empresas se han unido a la campaña RE100, comprometiéndose a abastecerse al 100% de energía de fuentes renovables. Entre ellas se incluyen BT Group, Mars, Unilever, Procter & Gamble, Grupo IKEA y Nike. Iniciativas como la del Carbon Disclosure Project (CDP, por sus siglas en inglés) ya contiene información relacionada a cambio climático de 5,500 empresas que representan alrededor del 60% de la capitalización bursátil mundial.
Esta organización está integrada por 767 inversores que en conjunto mueven unos 93 billones de dólares de activos. El portal NAZCA, que se lanzó en la COP20 en Perú es un sistemas de reporte voluntario. Allí hay más de 5,000 empresas de más de 90 países que juntas representan la mayoría de la capitalización del mercado mundial y más de 38 billones de dólares de ingresos; así como casi 500 inversores con activos bajo gestión de más de 25 billones de dólares.
También contamos con iniciativas nacionales, como el Compromiso Climático Corporativo (7C) que agremia el compromiso del sector privado nacional y no solo brinda información de reportes de emisiones, sino también de gestión, compensación, inclusión en el core del negocio, entre otros temas relevantes. Si una empresa no tiene en su agenda de corto y mediano plazo el cambio climático podría estar fuera de las tendencias globales, correr un riesgo que reducirá la competitividad del negocio y eventualmente, estar fuera del juego.