Con las elecciones del 23 de julio de 2023 se abre un nuevo ciclo político que, a tenor de los informes científicos y de los compromisos internacionales, debería estar marcado por la transición ecológica. Como en otras convocatorias de elecciones, las principales organizaciones ambientales españolas —Amigos de la Tierra, Ecologistas en Acción, Greenpeace, SEO/Birdlife y WWF— han presentado el documento “Un programa por la Tierra 2023”, con más de 100 propuestas para llevar a cabo dicha transición, siempre con la mirada puesta en resolver los problemas sociales derivados de la crisis ambiental.
“La precariedad ambiental y social se dan la mano. Defender políticas ambientales no es una simpleza ecologista. Necesitamos cambios profundos que nos permitan adaptarnos sin sufrimiento a una nueva realidad en todos los sectores y en nuestros estilos de vida”, ha declarado Asunción Ruiz, directora ejecutiva de SEO/BirdLife. “Por ello, ir en contra de las políticas ambientales es querer que este país se convierta en un desierto con toda la precariedad que eso implica en el campo y en la ciudad. Necesitamos que los ciudadanos conozcan esta realidad y voten en consecuencia”, añade Ruiz.
Las organizaciones han advertido de que España, debido a su posición geográfica y características climáticas, se halla en una situación de particular vulnerabilidad frente al cambio climático y ya sufre los embates de fenómenos extremos como olas de calor asfixiantes, sequías prolongadas, incendios arrasadores y una erosión de suelo que amenaza su productividad.
“No actuar supone condenar a los sectores más vulnerables a sufrir mayoritariamente estos impactos. Es imprescindible que todos los partidos políticos reconozcan la gravedad de estos desafíos y se comprometan a abordarlos de manera colaborativa, actuando a corto plazo pero con una visión en el medio y largo plazo, con un enfoque que priorice los derechos fundamentales para todas y el bienestar de la ciudadanía dentro de los límites planetarios”, ha afirmado Eva Saldaña, directora de Greenpeace.
El documento presentado contiene cuatro bloques: la conservación y protección de la naturaleza, la lucha contra el cambio climático, el fomento de una economía más democrática y sostenible y el impulso a una vida saludable. Cada uno de ellos contiene varios ejes de acción —23 en total— con diferentes propuestas. Dichas propuestas, que suman 118, están diseñadas para confrontar los retos más urgentes y establecer un cimiento sólido para un futuro resiliente y sostenible, muchas de ellas en concordancia con la Agenda 2030 de Naciones Unidas ratificada por España en 2015.
El documento aborda líneas de acción tan amplias como la restauración de la Naturaleza, la ambición contra el cambio climático, la democratización de la energía, la gestión del agua, la pesca y la agricultura, la salud física o mental, el empleo o la felicidad. Juan Carlos del Olmo, secretario general de WWF, afirma : “Estamos en un momento decisivo y no podemos retroceder en la transición ecológica. Todos los partidos deberían hacer de la defensa del medio ambiente su máxima prioridad especialmente en un país como España, azotado por el cambio climático”.
Blanca Ruibal, coordinadora de Amigos de la Tierra, ha añadido: “Proponer una economía más democrática y ecológica obliga a afrontar muchas asignaturas pendientes relacionadas con la justicia social. Es necesario abordar un cambio en el modelo productivo velando por los derechos de las personas trabajadoras, el medio ambiente y su salud. Necesitamos una transición ecológica justa que no deje a nadie atrás”.
Luis Rico, coordinador de Ecologistas en Acción, ha concluido: “Creemos que los cambios sociales deben ir de la mano con disponer de más tiempo para los cuidados, el ocio o el disfrute de la naturaleza. Un mundo más ecológico debe ser también un mundo más justo y feliz”.
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