La Cátedra UB-Fundación Adecco ha celebrado en Barcelona su I Jornada de Integración Laboral de Personas con Discapacidades, un encuentro que ha contado con el apoyo de Corresponsables como medio colaborador.
La Jornada buscaba establecer los principales retos en materia de integración laboral en las instituciones públicas de las personas con discapacidades. Para ello, han contado con expertos en la materia y con Pablo Pineda, maestro y embajador de Fundación Adecco, quien ha incidido en que tener síndrome de Down ni le define ni le condiciona: “Yo siempre digo que soy Pablo Pineda y tengo síndrome de Down. Hay una gran diferencia entre “ser” y “tener”. El ser te aplasta y, en cambio, el tener algo denota que eso solo es una característica más”.
Luchar contra los prejuicios
Uno de las barreras a las que se enfrentan las personas con algún tipo de discapacidad son los estereotipos. A menudo, tanto a nivel social como laboral, la sociedad se deja llevar por prejuicios, lo que frena la posibilidad de este colectivo de, por ejemplo, encontrar un empleo.
En un diálogo con Francisco J. Pérez, coordinador regional de la Fundación Adecco en Barcelona, Pineda ha comentado que “las apariencias engañan y todos tenemos prejuicios: yo también. Los prejuicios vienen del desconocimiento”. Sin embargo, este malagueño de 43 años rompe con cualquier estereotipo ya que es el primer universitario con síndrome de Down, y es consciente de que buena parte de su éxito se lo debe a la familia: “Fui el pequeño de cuatro hermanos y mis padres siempre tuvieron muy claro que yo era uno más. En ese sentido, fueron visionarios. No se dejaron influir nunca por las opiniones de fuera ni fueron permeables a los prejuicios. Mis hermanos también me influyeron, fueron mis grandes maestros”.
Pineda, que da charlas para familias y empresas, se ha convertido en un referente internacional e incide en la importancia de educar a los niños con síndrome de Down como harían con cualquier otro hijo. En este sentido, presumió de haber tenido una infancia muy feliz aunque confesó que la adolescencia no lo fue tanto: “Es una etapa complicada por sí misma. En el instituto comienzan los calificativos y hay personas que te aceptan, pero las hay que no”.
El paso a la Universidad se lo debe a su mentor, Miguel López Melero, que le recomendó que estudiara Magisterio en Educación Especial. Aunque Pineda quería ser “abogado para promover la justicia social, o periodista, para comunicar cosas”, con la labor que ejerce como embajador de Fundación Adecco podría considerar que está haciendo un poco de ambas cosas.
La discapacidad en la Universidad
Aunque cada día existen más personas con discapacidad que acceden a la universidad, Pineda considera que todavía es necesario un cambio para integrar a las personas con discapacidad en las aulas: “Es necesario un cambio de actitud, un cambio de mentalidad: hay que ver la diferencia como un valor y respetarla. Porque en la diferencia está el avance y el progreso de la sociedad. Es imprescindible entender que todos tenemos capacidades, distintas capacidades”.
Inserción laboral
Una de las primeras experiencias laborales de Pablo Pineda fue en el Ayuntamiento de Málaga, aunque también le hemos visto delante de las cámaras como actor protagonista de la película Yo, también, gracias a la que se alzó con la Concha de Plata al mejor actor.
Actualmente trabaja como consultor en la Fundación Adecco, donde desarrolla tareas de sensibilización y formación para empresas y para la sociedad en general. Además, ha publicado dos libros: El reto de aprender (2013) y Niños con capacidades especiales (2015).
Cerraron la jornada Marina Romeo, profesora de Psicología Social de la UB y directora de la Cátedra UB-Fundación Adecco, y la vicerrectora de Igualdad y Acción Social, Maite Vilalta.