El economista William Nordhaus, de la Universidad de Yale (EEUU), ha sido galardonado en la décima edición del Premio Fundación BBVA Fronteras del Conocimiento en la categoría de Cambio Climática. Nordhaus se ha alzado con este reconocimiento por fundar el campo de la economía del cambio climático desarrollando “de forma pionera”, según consta en el acta del jurado- “un modelo que integra las aportaciones de la ciencia del clima, la tecnología y la economía para responder a la pregunta: ¿Qué debe hacer el mundo para poner límites al cambio climático?”.
Nordhaus comenzó a analizar el impacto económico del cambio climático en 1975, cuando los investigadores del clima apenas empezaban a alertar de un aumento de la temperatura global debido a las emisiones de gases de efecto invernadero por la quema de combustibles fósiles.
Tras 15 años de investigación, el experto desarrolló el modelo DICE (Dynamic Integrated Climate-Economy model), un proyecto que, junto con su versión revisada que incorpora el enfoque regionalizado (RICE), se han convertido en una herramienta ampliamente usada por economistas de todo el mundo para determinar los costes y beneficios de reducir las emisiones.
“Nordhaus ha usado su modelo y sus conocimientos de economía para evaluar los daños futuros debidos al clima, el riesgo de daños catastróficos o el papel del cambio tecnológico en el sistema energético”, afirma el acta. Tras conocer el fallo de los Premios Fundación BBVA Fronteras del Conocimiento, el economista comenta que sus modelos buscan “representar todas las relaciones fundamentales entre la economía y el clima de la manera más sencilla posible: variables como la población, el PNB, las emisiones de carbono y el cambio climático. A través de ecuaciones, representan la relación entre la población y el crecimiento económico, por una parte, y las emisiones de gases y el cambio climático”.
Gravar las emisiones para limitar el cambio climático
Para Nordhaus, lo más importante de su trabajo es que permite poner un precio al carbono. De hecho, considera que ésta es precisamente la respuesta que necesitamos para limitar el cambio climático: “La receta fundamental para paliar el cambio climático es que los gobiernos, las empresas y los hogares paguen un precio alto por sus emisiones de carbono. Hoy no pagan prácticamente nada. Si el precio fuera más alto se recurriría a otras opciones, como las renovables. No es una receta que sepa muy rica, pero es la más eficaz.”
Desde hace décadas Nordhaus es un defensor de gravar las emisiones de carbono. Por eso duda de la efectividad del Acuerdo de París, del que asegura que, aunque cuenta con aspectos positivos, “son medidas puramente voluntarias, insuficientes para reducir las emisiones de CO2 y otros gases. El precio a las emisiones de carbono es demasiado bajo, tan solo un 10% de lo que debería ser en la actualidad para detener las emisiones de carbono. El esfuerzo de París merece la pena, porque es muy útil reunir a los países, pero los resultados son totalmente insuficientes para lograr el objetivo de reducir las emisiones para limitar el aumento de las temperaturas por debajo de los 2 grados”.
Gravar las emisiones incentiva la inversión en tecnologías limpias y energías renovables. En el comercio de derechos de emisión de la Unión Europea el precio del carbono ronda los 7,5 euros por tonelada, pero Nordhaus considera que debería alcanzar los 30 o 40 euros.