¿Puede la inversión en sostenibilidad potenciar el éxito empresarial? Según el estudio EHS Maturity Study de EY, esto ya es una realidad alcanzable para las compañías. No obstante, existen requisitos cruciales para lograrlo, y Ruth Guevara y Ricardo Assumpção de EY proporcionan las claves necesarias.
El desarrollo económico, social y medioambiental son pilares esenciales para establecer una economía sostenible y se han convertido en una prioridad tanto para actores públicos como privados. Los expertos del sector consideran que hoy en día es fundamental para una empresa cumplir con el compromiso ético de proteger a las personas y al planeta. Esto ha dado lugar a un nuevo enfoque económico en el que predominan conceptos como “verde” y “circularidad”.
EY, una de las mayores firmas multinacionales de servicios profesionales, presente en 150 países, declara como su principal objetivo la creación de un mundo empresarial donde la sostenibilidad sea esencial. En esta línea, presentaron recientemente el EHS Maturity Study, un informe que examina los vínculos entre la madurez en temas de EHS (Environment, Health, and Safety) de las empresas y su desempeño financiero, social y regulatorio.
Ruth Guevara, socia Líder de Cambio Climático y Sustentabilidad para EY Latinoamérica, y Ricardo Assumpção, Chief Sustainable Officer de EY América Latina, estuvieron en Chile para presentar este estudio. Entre las principales conclusiones que compartieron con Pulso La Tercera, destacan que las empresas que mejoran su desempeño en medioambiente, salud y seguridad también suelen mejorar su rendimiento financiero, social y regulatorio. Además, la investigación mostró que las empresas con funciones de EHS de alto rendimiento experimentan incrementos más rápidos en ingresos netos, beneficios y capitalización de mercado en comparación con las de rendimiento medio.
“Chile es un país muy estable a nivel macro y ha mostrado un crecimiento histórico sólido. Su estricta regulación ha impulsado prácticas más maduras en comparación con otros países de la región, especialmente en sostenibilidad y minería”, asegura Ruth Guevara sobre el desempeño de Chile en América Latina.
Ricardo Assumpção destaca que, aunque Chile ha avanzado significativamente en sostenibilidad, no está solo en esta misión. “El contexto geopolítico actual pone el foco en Latinoamérica en términos de sostenibilidad. La región tiene un gran potencial para la acción y la ambición en estos temas. Cada país tiene características complementarias: Chile con su cobre, Brasil con su biodiversidad, México con su nearshoring (relocalización de operaciones a un país cercano) y Colombia con su capital natural”.
Ruth Guevara identifica cinco impulsores clave para que las empresas adopten la sostenibilidad. El primero es el sector financiero, donde los fondos de inversión evalúan específicamente los programas de sostenibilidad antes de invertir. “Si una empresa no cumple con los estándares de mitigación de riesgos climáticos, pierde inversiones”, afirma.
El segundo impulsor son las regulaciones internacionales. La normativa europea, por ejemplo, también afecta a las empresas en América Latina, exigiendo el cumplimiento de estrictas normas sostenibles que se vuelven cada vez más rigurosas.
Los consumidores son un tercer promotor de prácticas sostenibles. Aunque en América Latina aún no están dispuestos a pagar más por productos “verdes”, sí demandan responsabilidad y transparencia por parte de las empresas.
La licencia social es el cuarto incentivo mencionado, lo que implica que las empresas deben considerar a sus stakeholders y generar un impacto real en las comunidades, más allá de acciones superficiales.
Por último, la atracción de talento es fundamental, ya que es esencial para que las empresas se vinculen a un propósito sostenible.
Ricardo Assumpção afirma que una de las razones principales por las que una empresa debe ser sostenible es porque esta característica afecta directamente su valor financiero. “La pregunta clave es cómo lograrlo. Invirtiendo en innovación, en mejores procesos, en economía circular. Esa es la única opción para reducir costos y ser más efectivos. En cinco a siete años, las empresas sin una estrategia de cero emisiones netas verán cerrados los mercados de financiamiento”.
Assumpção concluye que no existe otra opción que la sostenibilidad para la supervivencia empresarial. “Debemos cuestionarnos y pensar en cómo ser más innovadores, reducir costos y crear productos con menor impacto. No solo ambiental, sino también social, ya que el riesgo social es igualmente significativo”.
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